La hipertensión ocular es un factor de riesgo que afecta la salud visual de forma silenciosa y sin dolor, por lo que se recomienda un adecuado diagnóstico para prevenir afecciones como el glaucoma.
Es importante destacar que la hipertensión ocular no es lo mismo que el glaucoma, a pesar de que la presión intraocular elevada es un factor de riesgo importante para el desarrollo de glaucoma.
Es importante señalar que la presión intraocular elevada no necesariamente radica en glaucoma. Sin embargo, la presión intraocular alta se considera un factor de riesgo importante para el desarrollo de glaucoma.
En este artículo te informaremos con todo lo que necesitas saber para que tomes todas las consideraciones al momento de acudir con un especialista en ojos. ¡Comencemos!
¿Qué es la hipertensión ocular?
La hipertensión ocular ocurre cuando el líquido del ojo crea una presión intraocular superior a la normal en las estructuras del ojo que sin tratamiento y control cuidadoso, puede ocurrir un daño permanente al nervio óptico, lo que lleva a ceguera parcial o completa.
La presión intraocular alta es una afección, llamada glaucoma, que ocasiona que la presión en el ojo aumente de 21 mmHg (normal) a 70 mmHg. En muchos casos, esto se puede controlar con gotas que ayudan a reducir la presión ocular.
La presión intraocular normal está entre 12 y 22 mmHg. Si supera los 22 mmHg, la presión intraocular se considera superior a la normal. Si la presión en el ojo es mayor de lo normal, incluso si la persona no presenta síntomas de glaucoma, esta característica se llama hipertensión ocular.
¿Cuáles son las características de la hipertensión ocular?
Dentro de los síntomas principales podemos encontrar a los siguientes:
- Desarrollo de visión de túnel.
- Náuseas y vómitos
- Dolor intenso dentro y fuera del ojo.
- Conjuntivitis.
- Visión periférica alterada.
- Dolores de cabeza de baja y alta intensidad.
- Agrandamiento de la pupila.
- Dificultad para concentrarse en la oscuridad.
- Visión borrosa y nublada.
Si presentas estos síntomas, se recomienda consultar a un oftalmólogo lo antes posible para que pueda determinar el alcance del problema.
El glaucoma generalmente se diagnostica con un examen ocular que incluye tonometría, una prueba que mide la presión dentro del ojo, esta prueba debe ser realizada por un profesional .
Dado que el glaucoma no causa síntomas en la mayoría de los casos, se recomienda realizarse un examen ocular al menos una vez al año, especialmente a partir de los 40 años.
¿Qué causa la hipertensión ocular?
La presión intraocular alta puede tener varias causas. Sin embargo, aquí te mencionamos algunas de las causas más comunes de aumento de la presión intraocular:
Genética
Ciertos genes aumentan el riesgo de hipertensión ocular. Si tienes antecedentes familiares de hipertensión ocular, puedes heredar rasgos genéticos que causan presión ocular alta.
Inflamación ocular
La inflamación ocular (uveítis) puede provocar un aumento de la presión intraocular.
Sobreproducción acuosa
El líquido acuoso se forma en el ojo y se elimina para mantener una presión intraocular equilibrada. Si no hay un equilibrio entre la producción y eliminación de este líquido, puede provocar un aumento de la presión intraocular.
¿Qué consecuencia tiene la presión alta ocular?
La presión en el ojo puede provocar glaucoma que es una enfermedad degenerativa ocasionada por el aumento de la presión dentro del ojo(fatiga ocular).
Se encuentra un líquido acuoso en constante renovación dentro del ojo, pero si los canales de drenaje fallan, esto puede hacer que la presión intraocular aumente a niveles normales y potencialmente dañe el nervio óptico.
¿Cómo saber si tienes hipertensión ocular?
La presión intraocular elevada por sí sola no suele provocar síntomas específicos y en muchos casos es asintomática.
Una persona puede tener presión ocular elevada sin experimentar ningún síntoma perceptible. Por eso, es importante las revisiones de la vista con regularidad, especialmente si tiene factores de riesgo de desarrollar glaucoma.
Sin embargo, algunos de los casos de presión elevada puede provocar algunos síntomas como dificultad para enfocar las imágenes, dolor ocular intenso, náuseas y vómitos, conocidos como presión intraocular elevada, provocan una pérdida progresiva de la visión.
¿Cómo curar la hipertensión ocular?
El objetivo principal del tratamiento de la hipertensión ocular es reducir la hipertensión ocular para prevenir daños al nervio óptico y el desarrollo de glaucoma.
El tratamiento puede variar dependiendo de las características de cada paciente, pero los siguientes son algunos enfoques comunes para tratar la hipertensión ocular:
Gotas oculares
El medicamento viene en forma de gotas que se colocan directamente en el ojo para reducir la presión. Esto puede ayudar a reducir la formación de humor acuoso o aumentar su salida.
Medicamentos orales
En algunos casos, se pueden usar medicamentos orales, como controladores de la anhidrasa carbónica para ayudar a controlar la presión intraocular.
Trabeculoplastia
En casos más graves o cuando otros tratamientos han fracasado, se puede considerar la cirugía con láser llamado trabeculoplastia para ayudar a mejorar la salida del humor acuoso a través del ángulo de drenaje, esto puede ayudar a reducir la presión intraocular.
Consejos para prevenir la hipertensión ocular
La presión intraocular alta no se puede prevenir, pero puede ser controlada cuidadosamente con chequeos regulares y reducirse con diversos tratamientos para prevenir daños al nervio óptico que pueden provocar una pérdida permanente de la visión debido al glaucoma.
Por ello, se recomienda hacerse pruebas dos veces al año a partir de los 40 años y una vez al año a partir de los 60 años, y las pruebas periódicas son esenciales para las personas con enfermedades preexistentes. y reducirla mediante diversos tratamientos para prevenir el daño al nervio óptico y, por tanto, la pérdida permanente de la visión debido al glaucoma.
Sin embargo, existen ciertas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de complicaciones relacionadas con la presión intraocular alta y detectarla a tiempo. Aquí hay algunas sugerencias:
Mantén un estilo de vida saludable
Llevar una dieta saludable, realizar ejercicio con regularidad y mantener un peso saludable puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades oculares.
Evita el tabaquismo y el alcohol
Fumar y el consumo excesivo de alcohol aumentan el riesgo de problemas visuales, incluida la hipertensión ocular. Se recomienda dejar de fumar por completo y limitar el consumo de alcohol.
Visita a tu oftalmólogo
Realiza exámenes de la vista con regularidad, especialmente si tienes antecedentes familiares de glaucoma o presentas edad avanzada o factores de riesgo como miopía. Un examen ocular completo puede ayudar a la detección temprana de la hipertensión ocular y ayudar a prevenir el desarrollo de glaucoma.
Si te han diagnosticado hipertensión ocular, es importante seguir las recomendaciones de tu oculista para controlar la presión intraocular y prevenir el desarrollo de glaucoma.
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