Una catarata es una opacidad del cristalino, normalmente transparente, del ojo. Para las personas que tienen cataratas, ver a través de cristalinos opacos es algo parecido a mirar a través de una ventana escarchada o empañada. La visión nublada que causan las cataratas puede hacer que resulte más difícil leer, conducir un auto (especialmente de noche) o ver la expresión de la cara de un amigo.
La mayoría de las cataratas se desarrollan lentamente y no alteran la vista desde el principio. Pero, con el tiempo, las cataratas acabarán interfiriendo en la visión.
Al principio, una iluminación más intensa y unos anteojos pueden servir para hacer frente a las cataratas, pero si el deterioro de la visión interfiere en tus actividades habituales, es posible que necesites una cirugía de cataratas. Afortunadamente, la cirugía de cataratas es un procedimiento generalmente seguro y eficaz.
Pérdida de visión progresiva e indolora.
Dificultad para leer
Dificultad para ver la TV.
Visión doble al mirar con un solo ojo.
Halos de luz.
Cambio en la corrección óptica de las gafas.
Aumento de la miopía o disminución de la hipermetropía. Algunos pacientes notan que empiezan a ver mejor sin gafas que con gafas.
Dificultad para reconocer las caras de las personas
La extracción de cataratas mediante cirugía de facoemulsificación presenta una amplia gama de ventajas en comparación con otras técnicas. En primer lugar, se utilizan incisiones más pequeñas, lo cual se traduce en una recuperación más veloz y menos molestias para el paciente.
Además, esta técnica permite una fragmentación y aspiración precisa del cristalino opaco, logrando mejorar la visión final de forma significativa.
Otra de las ventajas destacadas es la pronta recuperación visual que se obtiene, además de la posibilidad de realizar el procedimiento con anestesia local, lo cual reduce los riesgos y agiliza la rehabilitación.
En síntesis, la cirugía de facoemulsificación se posiciona como la opción de preferencia para extraer cataratas y restaurar la visión de manera segura y efectiva.
Después de someterte a una cirugía de cataratas, es probable que experimentes una notable mejoría en tu capacidad visual.
Durante este procedimiento, el cristalino opaco se reemplaza cuidadosamente por una lente artificial transparente. Aunque la cirugía es segura y altamente efectiva, es normal experimentar una ligera sensación de escozor o picor en los ojos después del proceso.
También es posible que sientas sensibilidad a la luz y experimentes una visión momentáneamente borrosa. Sin embargo, no te preocupes, estos síntomas suelen desaparecer en pocos días.
Es extremadamente importante seguir al pie de la letra las instrucciones proporcionadas por el médico para el cuidado posterior a la operación y utilizar las gotas recetadas para evitar infecciones y facilitar una pronta recuperación. En general, la mayoría de las personas experimentan una mejora notable en su visión y pueden retomar sus actividades diarias normales poco después de la cirugía.
En los últimos años, este láser LensX se ha incorporado en la cirugía de cataratas, lo que ha supuesto una revolución en este tipo de intervenciones, ya que reproduce los movimientos del cirujano con total exactitud y seguridad, simplificando muchos pasos de la cirugía de cataratas.
Su introducción supone una revolución en el procedimiento quirúrgico actual, ya que modifica y aporta ventajas significativas respecto a la técnica de facoemulsificación convencional mediante ultrasonidos.
Una de las mayores ventajas que ofrece el láser femtosegundo es la alta reproducibilidad, precisión y fiabilidad a la hora de realizar el corte circular y continuo de la cápsula anterior.
Además, permite ajustar el diámetro en función de los parámetros del paciente manteniendo siempre su exactitud. Este diámetro estará limitado por la dilatación de la pupila que requiere un tamaño mínimo para poder realizarse.
Ventajas