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El glaucoma es una de las causas más comunes de pérdida de visión irreversible a nivel mundial, afectando a millones de personas.
Se caracteriza principalmente por el daño que causa al nervio óptico, usualmente asociado con el aumento de la presión intraocular.
Sin embargo, lo que hace especialmente peligroso al glaucoma es su capacidad para avanzar inadvertidamente. Y es que muchas personas no se dan cuenta de que tienen la enfermedad hasta que han sufrido una pérdida de visión significativa.
Por ello, la prevención y el diagnóstico precoz son fundamentales. En este artículo, exploramos cómo el glaucoma afecta la visión, los síntomas a tener en cuenta y las estrategias más efectivas para prevenir y manejar esta condición que puede alterar la vida de una persona.
El glaucoma es una enfermedad de la vista caracterizada principalmente por daños en el nervio óptico, a menudo asociados con un aumento anormal de la presión ocular.
Esta afección puede conducir gradualmente a una pérdida irreversible del campo visual y, si no se maneja adecuadamente, a la ceguera completa.
La detección temprana y un tratamiento adecuado son fundamentales para controlar la enfermedad y mitigar sus efectos.
Asimismo, es crucial entender que el glaucoma frecuentemente se desarrolla sin síntomas en sus etapas iniciales, por lo que es esencial la realización de exámenes oculares regulares, especialmente si estás en un grupo de alto riesgo.
Aunque a menudo no muestra síntomas evidentes en las fases iniciales, existen varios signos que pueden indicar la progresión de esta enfermedad:
Estos síntomas pueden ser indicativos de una crisis de glaucoma agudo, que es una emergencia médica y requiere atención inmediata.
Asimismo, detectar estos signos y consultar a un especialista sin demora son pasos esenciales para proteger tu visión y prevenir daños mayores causados por esta enfermedad.
A continuación, te presentamos algunas de las causas más comunes:
Estos factores subrayan la importancia de los exámenes oculares regulares y la detección temprana, que son esenciales para prevenir la progresión del glaucoma y preservar la visión.
El glaucoma puede ser causado por varios factores, incluyendo la genética, la edad avanzada, la miopía severa y enfermedades como la diabetes.
Además, el aumento en la presión ocular es un factor significativo. Identificar estos factores de riesgo puede ayudarte a entender tu susceptibilidad al glaucoma.
El diagnóstico del glaucoma se basa en una serie de exámenes oftalmológicos específicos. Estos incluyen la medición de la presión ocular, una de las principales indicaciones de riesgo para desarrollar glaucoma.
Además, se realiza una inspección detallada del nervio óptico para detectar signos de daño y pruebas de campo visual que evalúan la amplitud de la visión que una persona conserva.
Otros exámenes pueden incluir imágenes por coherencia óptica (OCT) para observar las capas del nervio óptico con gran detalle.
Por último, acudir a un oftalmólogo especialista en glaucoma para una evaluación es crucial ante la presencia de síntomas o si perteneces a un grupo de alto riesgo, como personas con antecedentes familiares de glaucoma.
Existen varios tipos de glaucoma, cada uno con características únicas que influyen en cómo se maneja y trata la enfermedad:
Aunque el glaucoma no es curable, su progresión puede ser efectivamente controlada con el tratamiento apropiado.
El manejo de la enfermedad generalmente se centra en reducir la presión ocular a niveles seguros a través de medicamentos como gotas oftálmicas, procedimientos con láser o cirugía.
Por ello, el seguir las indicaciones del oftalmólogo y mantener un seguimiento regular son esenciales para proteger la visión. Asimismo, es crucial iniciar el tratamiento lo antes posible para minimizar el riesgo de pérdida de visión permanente.
El tratamiento del glaucoma se enfoca principalmente en reducir la presión ocular para prevenir o minimizar el daño al nervio óptico.
Dependiendo del tipo y severidad, existen diferentes opciones terapéuticas disponibles como:
Las gotas para glaucoma son la forma más común de tratamiento inicial y están diseñadas para reducir la producción de líquido en el ojo o aumentar su drenaje.
Existen varios tipos de gotas oculares, cada una con diferentes mecanismos de acción, como los beta-bloqueadores, agonistas adrenérgicos, inhibidores de la anhidrasa carbónica y prostaglandinas.
La cirugía láser se utiliza para mejorar el drenaje del líquido ocular y reducir la presión intraocular. Un procedimiento común es la trabeculoplastia láser, que se aplica en casos de glaucoma de ángulo abierto.
Para el tipo de ángulo cerrado, se puede realizar una iridotomía periférica láser, que crea una pequeña abertura en el iris para permitir el flujo del líquido y aliviar la presión.
En situaciones donde las gotas y la cirugía láser no son suficientes para controlar la presión ocular, se pueden considerar procedimientos quirúrgicos más o menos invasivos como:
La Iridotomía, donde se realiza una pequeña apertura en el iris para crear una comunicación para el paso del humor acuoso de la cámara posterior a la cámara anterior del ojo.
Ciclofotocoagulación CPC con Láser Diodo, procedimiento mínimamente invasivo que utiliza tecnología láser para disminuir la producción de humor acuoso, el líquido dentro del ojo que causa la presión elevada.
La Inserción de dispositivos valvulares, que ayudan a reducir la presión intraocular, un factor clave en la progresión del glaucoma.
La trabeculectomía, que crea una nueva ruta de drenaje para el fluido ocular, o la implantación de dispositivos de drenaje que ayudan a reducir la presión ocular de forma continua.
Asimismo, estos procedimientos se reservan generalmente para casos avanzados o cuando otros tratamientos no han sido efectivos.
Para minimizar el riesgo de desarrollar glaucoma o de que este progrese significativamente, considera las siguientes recomendaciones:
Adoptar estas medidas puede ayudar a detectar temprano la enfermedad y a gestionar su progresión, protegiendo así tu visión.
Si sospechas que puedes tener glaucoma, no dudes en reservar una consulta con especialista en glaucoma, aquí en Clínica Oftalmológica Futuro Visión. También puedes contactarnos a través de nuestro chat de WhatsApp. ¡Cuidar tu salud ocular es nuestra prioridad!
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